lunes, 18 de enero de 2021

Dia 18: La sombrilla de la dama


 Sina de la Fiol Nos envía una fotografía tomada en Valdivia Retrofuturista Edición 2017 que calza perfecto con este día. Aprovechamos para recordar esta hermosa experiencia y agradecer a sus anfitriones.



domingo, 17 de enero de 2021

Día 17: Pandemia

 



Por Sina de la Fiol

- ¿Cómo que no podemos desembarcar? - La señorita Agatha estaba tan sorprendida como yo – No nos ha dado muchos detalles, a parecer hay algún tipo de enfermedad muy contagiosa y mientras no pasemos una cuarentena en el barco, no nos dejarán bajar – El capitán se notaba molesto y no era para menos. Toda la tripulación estaba intranquila, preocupados por sus familiares, pensando en la idea de regresar o preocupados por un eventual contagio.

La señorita Martínez regresó a su camarote por lo que la seguí para hacerle compañía. En cuanto entró se puso a sacar los artilugios con los que estaba preparando la prótesis para el Capitán – Si vamos a estar estancadas acá, al menos avanzaremos lo que más podamos. Acércame esos pequeños resortes, los que íbamos a colocar la noche de la tormenta – Con una sonrisa en el rostro me fui en dirección a las pequeñas cajitas que guardaban inimaginables piezas metálicas.

Había pasado una semana cuando se intentó el primer motín, en cuanto sentimos los gritos y disturbios nos encerramos con la señorita en la habitación. No había mucho que pudiéramos hacer más que esperar y eso hicimos. La señorita sacó un libro y comenzó a leer en voz alta una historia de Jane Austen. Sentimos el sonido de vidrios quebrarse, el choque metálico fuera de nuestra puerta y de pronto un silencio. El golpe constante proveniente del umbral nos sobresaltó. Si habían ganado, lo que nos harán sería mucho peor que cualquier enfermedad que hubiera en el mundo. De pronto el silencio acabó con el sonido de una voz familiar, era Eduardo quien estaba al otro lado.

-Me alegra ver que están bien- Dijo tras un suspiro de alivio al vernos. Mis mejillas se sonrojaron al recordar la noche donde me había besado – El capitán logró controlar el motín, pero teme que no sea el último, está intentando comunicarse con tierra firme para ver como procedemos- De pronto noté que tenía enrojecido cerca del ojo y sangre en su labio – Debo volver a ordenar un poco el desastre que quedó afuera, les recomiendo que sigan acá a no ser que el capitán envíe a alguien de confianza para escoltarlas – Hizo una reverencia y salió rápidamente del lugar. Cerré la puerta en cuanto estuvimos solas y nos miramos angustiadas. El peligro ya no estaba solo en tierra firme, sino que en cualquier camarote con algún hombre descontento con las decisiones de los demás.

Continuará...

sábado, 16 de enero de 2021

Dia 16: Playas


Por Nicole

Día 16, mes 1, Costa Rocosa, inicio registro:

Después de un año realizando muestreo de las aguas y arena de esta zona, puedo tener certeza de que mi hipótesis era correcta: la fauna marina se ha modificado a raíz de los experimentos, cambios en los medios de transporte y nuevas industrias de la ciudad. Los resultados son concluyentes.

Carbón; alquitrán; plomo; arsénico. Todos en niveles por sobre los permitidos, según la regulación internacional, algunos incluso en cantidades peligrosas para el desarrollo de la vida animal y humana.

Todos me creían loco, ignoraron mis advertencias. Decían que era normal el color grisáceo de las arenas de Costa Rocosa. “Así son las dunas de acá”, “es arena rica en minerales”, “única en todo el territorio, una belleza exótica”, pero nadie se preguntaba por qué, nunca nadie fue más allá. “Los peces han varado por cambios en las corrientes”, “las aves han migrado al norte porque hay más comida por esos lares”, “adónde que está cambia’ la cosa”, “mi niño, no se crea esos cuentos, no hay monstruos marinos” […] Y los empresarios: “fue un hecho aislado”, “sólo hemos tenido 1 derrame de petróleo en el último trimestre”, “nuestra actividad no tiene un impacto significativo en las aguas, tenemos un protocolo de manejo de residuos…”; obviamente todos están bajo norma, si les han pagado millones a científicos para que hagan estudios favorecedores y además se han comprado a los magistrados.

[…]

Me he desviado.

Un año. Ha sido un año en el que he visto más cadáveres de animales de los que me gustaría.

Peces en la orilla, con ojos opacos, el pellejo seco, órganos ennegrecidos, que emanaban un olor metálico que aún no puedo borrar de mi memoria.

Aves con sus plumas pegadas, empapadas en un líquido viscoso más oscuro que la noche; aves con dificultad para respirar y moverse, que a las pocas horas fallecían.

No creo haber visto ni la mitad de especies que solían habitar este lugar, según los relatos de mi abuelo. La zoología no es mi especialidad, pero no hay que ser experto para notar que hay algo mal.

[…]

El asunto es que éstas concentraciones de químicos en las aguas, sus depósitos en la costa, los sedimentos en el suelo oceánico, los cambios en la temperatura por la alta actividad industrial de la zona, todo esto sumado, ha traído mucho más que muerte.

Y el problema no es la muerte de peces y aves, ya que importamos alimento de otras regiones, mientras exportamos tecnología. El problema tampoco es la contaminación, no. Mascarillas cuando se vuelve difícil respirar; vacaciones al norte, cuando las playas de acá están muy “sucias”. Incluso sigue siendo pintoresco, ya saben, la playa negra, las dunas de Costa Rocosa, la ciudad de arenas grises; artistas de todo el país vienen a pintar cuadros de estas costas y los adinerados se hacen fotografías con el “paisaje exótico” de fondo.

[…]

Nuevamente me he ido por las ramas.

Quizás sólo quiero evadir el tema, porque en el fondo me da miedo enfrentar mi descubrimiento […] Cambios en la fauna marina. Adaptación, le llaman. Muchos han muerto intoxicados; otros, se han vuelto resistentes y mutado.

[…]

He… visto… cosas terribles. Indescriptibles. De esas que escuchas como leyenda urbana. ¡Pero yo lo he visto con mis propios ojos!

Acompañando a los pocos pescadores artesanales que quedan, me he embarcado un par de veces; les he pedido que hagamos expediciones de día y de noche. Sólo por rigor del estudio, para tener un registro lo más completo posible […] Criaturas que brillaban en la oscuridad de la noche, con un fulgor intenso, radioactivo, como los núcleos de poder que usan en las armaduras y pistolas del ejército […] Su fluorescencia de seguro es impactante, pero intimida mucho menos de aquello que revela: sombras de criaturas inimaginables, colosos marinos que asechan en nuestras costas […]

Ojalá hubiese podido apagar esa luz y nunca haber visto las sombras. Estamos engendrando monstruos. Nuestras aguas nunca volverán a ser como antes. Debo alertar a las autoridades, pero no sé si me crean.

[…]

Fin del registro. 

 

viernes, 15 de enero de 2021

Día 15: Mascotas


Hoy corresponde el día 15 y Sita Danna creo esta hermosura. El es Lord Spoty y justamente ha estado algo enfermito así que aprovechamos de mandarle mucho amor esperando que se recupere pronto.



 

jueves, 14 de enero de 2021

Colaboraciones

 Nicole se animó y nos envió su creación artística por partida doble. Les presentamos su ilustración y texto inspirado en la palabra del día: Vagabundo 




Por Nicole

Qué difícil imaginarse a alguien en su situación, en un lugar como éste. La Gema Dorada, la ciudad del progreso, capital tecnológica del estado.

¿Necesitas refugio? ¡Hub Inc. ofrece las mejores cápsulas vivienda del mercado! Soluciones habitacionales al alcance de tu mano. Es solo cosa de sacarla del bolsillo, activar el mecanismo en un lugar abierto y esperar a que se ensamble la cápsula para descansar. Pero… ¿dormir en la calle? ¿Bajo el alero de un edificio abandonado, o entre desechos?... Ew.

Y la comida… ¿cómo es posible que haya gente con hambre, cuando tenemos los mejores cultivos, importados desde La Gema Verde? Los más grandes invernaderos de toda la región, a sólo 3 días de viaje terrestre. La tecnología de los alimentos ha logrado crear tubérculos del tamaño de una cabeza, vegetales de hoja verde ¡tan grandes que apenas caben entre tus brazos!, frutas resistentes a mordidas de arañas mecánicas (y por supuesto, insectos regulares); y que sólo necesitan 5 litros de agua y 3,14159265 m3 de pesticida al año.

Y ni hablar de su falta prótesis DECENTES… Digo, ¿una pata de palo? Eso es tan old-school. Mínimo una de bronce, o no sé, de lata… hay muchos viejos recolectores de chatarra en la ciudad, que podrían echarle una mano. Creo que también le faltan piezas dentales, aunque no le he visto sonreír. Y parece que le falta un ojo, pero es difícil de distinguir entre la maraña que cae sobre su rostro.

No sé si sentir pena. Viviendo en una ciudad grande tan llena de oportunidades… Podría pedir asistencia al edil, o un trabajo básico en un taller o granja, en lugar de pedir limosna… Incluso los piratas y bandidos tienen su lugar en este mundo y una mejor vida. El otro día vi al capitán Oro Negro lucir uno de los últimos diseños de la boutique Costuras de mitral; y su brazo mecánico, ¡completamente renovado!

Hasta los más inadaptados y pobres tienen acceso a lo básico. ¿Qué tan inadaptado hay que ser…? ¿Cómo llegó a estar en su situación? Tan… fuera de los márgenes de nuestra ilustre sociedad. Debiese ser ilegal. Debería prohibirse estar en situación de calle en La gema dorada. Viajero, errante, claro que sí; vagabundo, jamás.


Día 14: Vagabundo

POR MAURICIO RÀIZ

 

El rostro desolado de un joven que yacía sentado al borde de la vereda, demostraba otra vez que la dureza de la postguerra era algo que no se lavaba con los festejos. Algunos conflictos cesan, pero a aquellos que los sobreviven, los acaban marcando ciertos estigmas que difícilmente los soltarán.

    Tan pronto hubo acabado de comer su mendrugo recalentado, el extraño viajero agarró sus pertenencias y se puso en pie dando un fuerte silbido. El pelo largo y liso contrastaba con el color de sus ropajes remendados. La gente que pasaba por las calles lo miraba sin entender su existencia, como tampoco lograban asimilar el espacio vacío que se alojaba donde debería haber estado su pierna izquierda, pero lo más raro para todos era su rostro, que traslucía toda la belleza de una flor fresca, pero que poco a poco dejaba ver las manchas propias de alguien marchito hasta lo más profundo.

    Era por personas como él, la carne de cañón, que los ricos habían conseguido mantener sus fortunas y sus tierras. Aunque al final todo no era más una ilusión, la guerra no había servido de nada más que para demostrar el poderío de una nación sobre otra. Pero la gente común y corriente no había ganado nada, por el contrario. Y aquel viajero lamentablemente había comprendido que para la sociedad no todas las cabezas valían lo mismo.

    Años antes se había ofrecido como soldado para que no enviaran a su hermano mayor ya que padecía una afección al corazón. Pero ya en las filas, igualmente se lo topó como recluta, chocando con la despreocupada sonrisa de este, que lo abrazó diciéndole:

—Perdón, era yo o nuestro viejo.

    Su hermano murió en la primera oleada ¡Qué maldito con suerte! Nunca vio su casa hecha polvo, ni sus familiares mutilados o su pueblo vuelto un yermo.

    Les prometieron ser condecorados como héroes, pero una chapa de metal bañado en plata no servía como moneda de cambio para recuperar una vida, ni una extremidad ni los sueños.

    Hace unos meses, durante su estadía en un pueblo costero maltratado, se le había unido una niña de unos pocos años menos que él y que no tenía nombre, a la que llamó Luna. La niña de 12 años tenía más carácter que él, aunque no recordaba de dónde venía, seguramente producto de algún trauma importante. Siempre la miraba pensando que a su edad él estaba dando caza a otras personas, gente como él o su hermano, forzados a llevar armas para cuidar bienes ajenos. Luna no había vivido todo eso aparentemente, pero al igual que él, no tenía nada, aunque a diferencia de él sí tenía corazón.

    El día que la conoció fue cuando ella decidió acompañarlo y llevarlo a rastras en la larga búsqueda del artesano que le daría una nueva pierna ortopédica. A veces pensaba que debería haberle puesto Esperanza en vez de Luna, pero este último nombre igual le iba bien, porque por tanto tiempo el astro había sido su único consuelo a través del maltrecho telescopio de su padre, había sido un llamado a querer viajar lejos, a alejarse de tanto conflicto estúpido. Luego llegó la guerra. Nunca espero que dejar de existir implicara que los demás tuvieran que morir. Luna era el foco que iluminaba sus pasos nocturnos, el sol lo encandilaba con sus promesas, mas la luna mostraba la realidad de las cosas.

    —No seas tonto —le dijo una vez—. Sí te pueden poner una pierna y lo harán. Si les dices que fue por la guerra te creerán, el que me lo dijo era confiable.

    Bien sabía que su viaje no era por él mismo, ni para recuperar su pierna, ni tampoco para sentir que su vida tenía sentido. Simplemente no se sentía parte de nada, pero no dejaría que Luna viviera así. Aunque él muriera sin tener un corazón, Luna debía vivir con el suyo y derrumbar todo aquello que les había arrebatado sus mundos.

 


 

miércoles, 13 de enero de 2021

Día 13: Interés Romántico

 



Por Sina de la Fiol

-Vi que acompañaste a Elisa- Le dije suspicaz a Eduardo, desde que le había pedido que le echara un ojo a las señoritas su conducta había cambiado. Se preocupaba de limpiarse cuando salía de las calderas e incluso se había comprado ropa nueva cuando atracamos. -Si, quería enviar una carta a su madre y la acompañé hasta la oficina de correos, nada del otro mundo – Me respondió algo nervioso. Me divertía y alegraba verlo así, era nuevo en él. – No dije que fuera algo del otro mundo… ¿o lo fue? – sus mejillas se tornaron del mismo rojo que agarraban cuando estaba trabajando con el calor del carbón. Abrió la boca un par de veces, pero no salió ningún sonido de ella – Jajaja – No pude evitar reír – Tranquilo muchacho, tu secreto está a salvo conmigo- Mi mano sobó su hombro, él bajó la mirada – Señor, no se como afrontar esto, no creo que el romanticismo sea lo mío, tampoco creo que yo le guste a ella – Intenté mirarlo a los ojos pero el chico evitó mi mirada – No lo sabrás hasta que le preguntes. Sobre el romanticismo, creo que está sobrevalorado, pero si pasas más tiempo con ella es probable que sepas qué es lo que le gusta. Ahora si quieres mi consejo, hay algo que puedes hacer, es un movimiento arriesgado, pero si mi intuición no falla, funcionará- Sus ojos brillaban, esperando que le dijera prácticamente el secreto del santo grial. Me dispuse a contarle mi plan paso a paso, veía como se asombraba con cada palabra que le decía, me escuchaba atentamente – Señor, para ser una persona que piensa que el romanticismo está sobrevalorado, es realmente cursi – Ahora fue mi turno de sonrojarme. Ambos reímos y nos despedimos con un abrazo.

A las 12:30 me escapé de mi cabina y fui a la popa donde los vi, había seguido mi consejo y ambos estaban acostados en medio de todo, mirando las estrellas. Veía cómo él levantaba la mano y le mostraba las constelaciones, veía el rostro de asombro de ella y lo mejor que vi, fue cuando ambos se dieron un tierno beso cuando se despidieron.

Continuará...

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